Tomas G. Larraya
Sucesor de E.
Meseguer. Editor 1956
El origen de los
cueros artísticos está corroborado por
un gran número de trabajos y de escritos.
Entre éstos
sobresalen los del famoso y observador viajero Marco Polo, que fue el primer
europeo que visitó China, de cuyo
poderoso monarca Kublai Kan, llego a ser privado y embajador, el cual
relata que “en el reino de Guzurat se curtían y ornamentaban pieles de bufalos,
toros y otros animales, <<fabricando bellos tapices>>, en los que
sobre fondo rojo, labraban figuras de aves y aun hacían labores más finas, pues
los bordaban con hilos de oro y plata.
Los Tártaros y
Mongoles, también trabajaban unos magníficos mosaicos de cuero, que constituyen
la base de su equipo guerrero y demuestran una técnica perfecta en ese tipo de
labor; las prendas y utensilios que decoraban de diversas formas y también
bordados con lanas y sedas, así como adornados con metales y piedras preciosas.
Por otro lado los
cruzados trajeron al volver de sus campañas, y los árabes que invadieron
nuestra patria, obras de gran hermosura y las diversas técnicas, de donde
fueron difundidas a toda Europa.